septiembre 15, 2005

Oh Gloria Inmarcesible


¿Cuándo podrá
en surcos de dolores,
el bien germinar?

7 comentarios:

  1. Un haikú inspirado en el himno nacional de Colombia.

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  2. Definitivamente un sincronismo entre la realidad actual y el dibujo central... siempre he dicho que Bigollo posee las palabras correctas en el momento correcto!! GRACIAS BIGOLLO POR ENSEÑARME ESTO!!

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  3. ¿acaso sera el bien lo que debe germinar?

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  4. Sin duda el mal ya está corriendo y ondea en el rojo de nuestra bandera.

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  5. Sin duda es posible que comencemos a darnos cuenta que el amarillo y el azul también lo hacen, que realmente se puede transformar nuestro país.

    Hay algunos que lo creemos así, tal vez en una cegada convicción idealística, pero realmente es enriquecedor cuando te sientes parte del proceso de transformación.

    Bye.

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  6. Que Mierda, entre tanto dolor el bien nace con recentimiento y ganas de odiar, de tal forma que jamas gernara bien.

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  7. mi estimado amigo para comenzar demonos una pequeña reseña de nuestro himno, vamos a ver si me acuerdo: Nuestro Himno Nacional surgió con
    humildes principios, en un modesto lugar, sin antecedente
    notable alguno. El hombre que concibió la grande idea
    apenas se dió cuenta de su prolongada resonancia en el
    porvenir.
    Don José Domingo Torres era un simple
    aficionado al arte de talía. Pasó su juventud en ardorosos
    proyectos teatrales, y perteneció a una compañía de
    comediantes bogotanos, con el espiritual Honorato Barriga
    a la cabeza, dejó simpático y duradero recuerdo en la
    ciudad.

    Fue Domingo Torres en su juventud apuesto galán, que a la media noche, al pie de las rejas, hizo rasguear sonoros instrumentos en compañía de alegres enamorados trovadores.
    La vejez lo sorprendió sin ochavo de reserva y murió como simple portero del Ministerio de Hacienda. El amor a la patria por un lado, y por otro la velada y discreta lisonja hicieron que Torres, a propósito del 11 de noviembre de 1887, instara al maestro Oreste Sindici para que le pusiera música a un himno, cuya letra era del doctor Rafael Núñez. Torres rogaba y el maestro resistía. Al fin su esposa doña Justina Jannaut de Sindici, colombiana, venció las últimas dificultades del maestro. La esquiva inspiración brotó entonces en el alma del artista italiano como resonante catarata de notas gloriosas y ardientes. La imagen de la patria adoptiva, donde él tenía el dulce solar de sus amores, se presentó con toda su belleza a los ojos del maestro.

    Vibraron al punto de este himno: el estrépito de las armas y los urras de combate, y se oyeron notas semejantes al grito del huracán que azota nuestras selvas y otras menos fuertes como las de torrente que salta escondida entre las breñas.

    Este himno tiene: vida, calor, movimiento: notas que animan y exhaltan el espíritu; arrogancia propia de un himno triunfal.

    siendo hoy en día para algunos un canto de actos protocolarios, y para muchos otros un olvidado pasado que no hay que prestarle una pisca de importancia.
    En la historia de nuestro país el himno era inspiracion durantes las guerras para conseguir una nacion independiente y democratica. Hoy en día el himno es pisotiado con esta guerra absurda, de grupos armados que luchan por darse a conocer con sus crimenes en vez de sus ideales.

    De cada uno depende, si se quiere germinar algo en el surcos de dolores de esta vida...

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