Bendigo nuestra imposibilidad,
y todas las ganas que nunca durmieron
y se avivaron con nuestra distancia carnal.
Bendigo la forma como nuestras palabras
se hicieron carne, materia ardiente, fluido caliente y labios deseosos.
Bendigo el avatar de nuestros corazones asincompados
latiendo anárquicos a través de la pantalla,
tus manos calientes que tocaron fugazmente mi piel,
y si tal cosa existiere, mi alma.
Te bendigo.
Foto: Courage's Computer
by SumPerson
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