mayo 12, 2006

NO SOLO DE MIERDA VIVIRÁ EL HOMBRE.


No es bueno tomar el pan de los hijos
y echarlo a los perritos.
(Mateo 15:26)


Desprecio… Cómo no sentir desprecio por aquello que nos hace ser como no queremos. Pensamos y no somos; no somos ¿qué sentimos? Supongo que nos sentimos bien creyendo reales y justificados los nexos existentes entre nuestros más profundos pensamientos y nuestras inesperadas formas de actuar. Nunca pensamos en ello, solo corremos como ratas sobre la rueda y mientras sudamos el tiempo nos va matando. Aún así, necesitamos fuerzas para arrastrar cada pie sobre ella y pocas veces dejamos colgados los zapatos. Nos sentimos orgullosos de lo poco que somos, porque en la charca que nadamos –supuestamente – está todo, sin darnos cuenta que bastante mierda hedionda y aguada flota alrededor nuestro.

¡Mierda!… cómo no poder darnos cuenta que aunque la mandamos a comer y la saboreamos por ratos es despreciable. Supongo que debe existir alguna forma de salir de tanta escoria y buscar tierra seca para quitarnos esa cegadora y pestilente pasta. ¿Dónde estará esa tierra prometida que nos hará libres?

Libertad… no existe tal cosa, el sistema nunca falla y tal vez nunca lo hará. Siento que todo podría ser fácilmente un delicioso pan, pero no lo es así, aunque está claro que nunca lo ha sido. Alguien con mucho “poder” hizo una perforación circular en su centro y lo relleno de fe de poder; una fe ciega que hace de nosotros unos eruditos besa traseros. Sentimos que nuestro poder aumenta, pero blasfemamos; en el centro siempre estará el del trasero más grande y sucio. Aun así es difícil no querer estar en el borde dando pequeños mordiscos, a la larga, necesitamos un pedazo de pan para seguir viviendo. Maldita sea.

Desprecio… lo pensamos, poco hacemos, somos lo que hacemos, nos sentimos bien sin tener derecho.


MIHI IPSI SCRIPSI

1 comentario:

  1. es dificil hacerte un comentario solo te pregunto.

    que te paso?

    ResponderBorrar